Cultura Sofista
sábado, 28 de agosto de 2010
Tocata y Fuga
Juan no estaba familiarizado con las aventuras amorosas ni con el rol del hombre que pudiera cumplir con la mínima espectativa. A pesar de no haber tenido jamás contacto con una mujer, suponía que no debía ser muy distinto del contacto experimental que compartía con sus amigos en el colegio cuando, con la excusa de estar espiando a sus compañeras, aprovechaban el solitario camarín para satisfacer su curiosidad y el deseo que se tenían los unos a los otros.
Y, así, siendo un mero aprendiz ofreció cielo, mar y tierra a quien aceptara ser el prólogo de su novela sexual, a través de un aviso en el diario cuyo titular anunciaba "se busca tinta".
La estupenda recepción que tuvo entre las solitarias su particular oferta casi le cuesta la vida de su madre, quien ya a sus 70 años no estaba en condiciones de recibir veinte llamados diarios inundados de lujuria y promesas irrealizables, que Juan anotó con ciudado y analizó con detenimiento.
Luego de descartar con recato a Patricia que ofrecia hacerle rimar la primera cita con la que viene; con resguardo a Rita que quería ponerle todos los puntos a sus íes hasta dejarlo en coma; con escepticismo a Mary que se jactaba de poder redactarle un ensayo real maravilloso; con prudencia a Beatriz que se autodesignó dedicatoria y reservaba los tres primeros capítulos; con aburrimiento a Cecilia con quien podría redefinir el diccionario de la A a la Z; con agobio a Vania, un mito dispuesta a ser leyenda junto a él; con sorna a Raquel que le enseñaría la moraleja de la fábula que llevaría; con escrúpulo a Anabel quien se reconocía dueña de una enciclopedia y lo quería para sus memorias - pues todas le parecieron muy comprometidas-, y de registrar el número de Genara, que apostaba a ser el guión de su película, pues la consideró un desafío para el futuro, concretó una cita con Lía - quien sólo quería diagramar su portada-, para el lunes siguiente a las ocho de la noche en la casa de ella.
No previó que en realidad no estaba listo para más que un cuento breve, que ella incluso catalogó de refrán. Mucho menos pensó que la decepción traería consigo celo, mal y guerra y la imposibilidad de escapar de esa elegía, mas oyó con espanto cuando se disponía a abrir la puerta con los pantalones semipuestos y el resto de la ropa bajo el brazo:
-¿A dónde crees que Bach?
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5 comentarios:
¿Tiene conector lúdico este? ¿Cómo tanta creatividad Sofía?
¿Tiene conector lúdico éste? ¿Cómo tanta creatividad Sofía? déjale algo al resto...
;o)
A propósito de Bach:
De Bach a Bach
http://listen.grooveshark.com/#/search/songs/?query=bach%20to%20bach
Simplemente impresiontante...
Mamona, deja los comentarios libres!!
jjaja.
Te quiero...
El cara chora
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