Ya le he mentido a mucha gente como para necesitar mentirme a mi mismo. Y si bien la mayoría de las veces uno engaña al otro minimizando los hechos, debo reconocer que contengo unas ganas irresistibles de maximizar estos eventos, mis eventos.
Qué injusto es para los que se quedan, los que viven y actúan pues los recuerdos son mayores, distintos, selectos y mañosos.
Quién verga me dijo que escribir tenía el efecto suavizante del piano.
No hay muerte, sino una elección.
La muerte pocas veces se escoje, la pena pocas veces se encoje y en la vida pocas veces se coje.
No es inspirador, es provocador no quedarse y notar que todo se hace astronómicamente más lento y más evidentemente monótono.
No hay pregunta que valga, porque las respuestas ya están todas.
Pero la vida no es así, porque sí la invento yo.
Nos vemos en le baile de los soñadores.
Cultura Sofista
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario