miércoles, 1 de julio de 2009

Donde realizaste mis fantasías solo las siluetas dormitan

'Remi, el falado' se apodaba el líder eterno del rebelde grupo que se oponía a la dominante monoarquía de la dinastía en curso. Un ataque similar al de las antiguas batallas feudales cayó sobre aquella famila, quienes a voces del grupo rebelde 'habían recibido su miresido'.

El poder estaba tomado cuando llegó el segundo grupo de rebeldes a usurparlo. Angustiado y frustrado este segundo líder proclama enérgicamente, a tal punto que salpica de saliva a las dos primeras columnas de su séquito luego de lo cual no estaba para nada sequito, "Tomaré el poder, aunque por ello tenga que cargar el odio de las multitudes, aunque caiga en las oscuridades del fracaso. Si mi sol he de perder es un reto que asimilaré con calma, saborearé, masticaré y luego, cuando yazca ahí relamido y apocado, domiré tranquilo".

Un sostenido estruendo se escuchaba en los laredodores, el que -como corresponde- era no más alto que su escala normal.

Pasadas las horas, Remi se rinde entregando la espada de gobierno a su aguerrido sucesor 'Tómala, infeliz, y haz de ella lo mejor que puedas. Yo la miré, la adoré y le canté y la perdí'

Tomado estaba el poder; Tomaré el poder, aseguró aquél; Tómala, ordenó el anterior. Por último, 'Toma sol, Albino, luego toma mi pluma, toma silencio y toma nota', ordenó a su pálido secretario, y entonó:

"Agardecido, alabado y aguerrido venceré, gobernaré y dominaré mi palacio, mi feudo, mi pueblo fácilmente, fanáticamente y favorablemente sólo, soldado y soliloqueando laburando, ladrando y lapidando si puedo, si quiero o si tengo".

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