LO RECUERDO todo el tiempo, imposible olvidar. Es más, indeseable e innecesario de olvidar.
Independiente de los montos, mi comida acababa; a mi perro y a mi gato, a todos juntos jorobaba; las paredes y todo el piso, sin recato adobaba; y como si fuera poco lo que quedaba, derrumbaba.
Mis cuadernos y mis notas, con sus manos ensebaba; y las gomas y las minas de mis lápices probaba; mis anillos y mis llaves sin notarlo yo, robaba; cada gesto, cada dicho, estoy seguro, me grababa.
Los cojines y alfombras extrañamente él sobaba; y a los duendes y esas monas medias raras entubaba; los conversas y secretos de los otros perturbaba; y a la viejas y a los viejos sin descaro los tumbaba.
Su presencia y su paseo en toda esquina retumbaba; las sonrisas y canciones, sin quererlo alababa; esa puerta impenetrable, no sé cómo destrababa; y a los fríos pasos de esos, sonriente estorbaba.
En mi copa y en la tuya su deseo me zumbaba; y a su paso y sin sentido, el mundo entero arrumbaba; y creyeras que al sentir ese taco que arribaba; la presión de este pelele no se iba, se elevaba; pues consigo los pesares y angustias se llevaba; sin embargo aquí me deja, con mi llanto que lavaba; y las penas que escondía en el hoyo que cavaba; y lo cierto que, por simple, con ternura me clavaba.
Con su paso y sonsonete, ni en invierno me nevaba; una agüita calientita, su recuerdo reservaba; alegrías y sonrisas ese adobe preservaba; del verano hasta el invierno, lo mejor me conservaba; los motivos y pasiones, día a día avivaba; y la locura imprudente de este viejo agravaba; mis historias y mi pasado, cual sirena, él trovaba; lo mejor de cada año de su mano derivaba; sin terapias, sin palabras, sólo era e innovaba; de los lujos y desaires muy gustoso se privaba; y mi corazón poeta, sin romances, activaba; mis enojos y tonteras, no atendía ni archivaba; los pesares de estos tontos, su nobleza esquivaba; con disgusto y con carga, al fin y al cabo, me salvaba.
Me hubiese gustado acabar, cuando él acababa
Me hubiese gustado jorobar, cuando él jorobaba
Me hubiese gustado adobar, cuando él adobaba
Me hubiese gustado derrumbar, cuando él derrumbaba
Me hubiese gustado ensebar, cuando él ensebaba
Me hubiese gustado probar, cuando él probaba
Me hubiese gustado robar, cuando él robaba
Me hubiese gustado grabar, cuando él grababa
Me hubiese gustado sobar, cuando él sobaba
Me hubiese gustado entubar, cuando él entubaba
Me hubiese gustado perturbar, cuando él perturbaba
Me hubiese gustado tumbar, cuando él los tumbaba
Me hubiese gustado retumbar, cuando él retumbaba
Me hubiese gustado alabar, cuando él alababa
Me hubiese gustado destrabar, cuando él destrababa
Me hubiese gustado estorbar, cuando él estorbaba
Me hubiese gustado zumbar, cuando él zumbaba
Me hubiese gustado arrumbar, cuando él arrumbaba
Me hubiese gustado arribar, cuando eso arribaba
E incluso elevar, cuando él elevaba
y llevar, cuando él llevaba
y lavar, cuando él lavaba
y cavar, cuando él cavaba
y clavar, cuando él clavaba
y nevar, cuando él nevaba
y reservar, cuando él reservaba
y preservar, cuando él preservaba
y conservar, cuando él conservaba
y avivar, cuando él avivaba
y agravar, cuando él agravaba
y trovar, cuando él trovaba
y derivar, cuando él derivaba
e innovar, cuando él innovaba
y privar, cuando él privaba
y activar, cuando él activaba
y archivar, cuando él archivaba
y esquivar, cuando esquivaba
y salvar, cuando él me salvaba.
Sin embrago, estoy yo solo aquí en mi bar, y él...baba.
Amargamiento, amargamnieto, mamarganieto.
Cultura Sofista
sábado, 25 de febrero de 2012
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1 comentario:
Excelente, una cátedra a la conjugación del pretérito imperfecto compañerita!
Y a ti te gustaría ser él/ella...en vez de tú.
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