martes, 18 de junio de 2024

No son horas

Quizás no te había escrito porque me avergonzaba,
pero hoy me da más vergüenza avergonzarme
que quererte con tanta sinvergüenzura
y ahora que no estás he decidido desvergonzarme.

Me decido a tararearte todo lo que se te extraña
desde el día en que partiste hasta el largo día de hoy,
me acompaño de palabras porque yo no sé de garras
ni de lince, ni de osos, ni de hierro, ni de amor.

Tengo una tristeza que se impacienta mucho
y quiere escucharte en historias que nadie va a contar
y verte en los ojos de los que ya te olvidaron
porque no te conocieron y nunca te van a soñar.

Eres todo, eres tanto, más que rey o señor
más que dueño, eres mío, sin quererlo y sin saberlo:
eres la mejor definición del amor.

Eres mi nostalgia permanente, el oxígeno que le falta a mi pulmón,
el refugio de los malos ratos, el compañero más solitario,
una colección finita de recuerdos ininsonreíbles,
eres la pureza misma con cada letra del abecedario.

Te quiero más que lo que te echo de menos,
pero te echo más de menos que lo que me llena escribir.
Te escribo porque quererte no es suficiente,
y hacerlo es lo que me queda luego de verte morir.

No te espero, ni te sueño, ni te llamo, ni te olvido
me quedo con las mil razones que dejaste para recordarte,
vendrá más de este amor porque sé que es infinito
pero aprendí ya con los años que es imposible reemplazarte.

Grande o inteligente, esto no tiene nada que ver con eso
para pasarlo hay que sentirlo, este punzante dolor agudo
aunque hoy sea cuesta arriba, pronto se irá río abajo,
y dejará un sendero hermoso, gris y hambriento, eso no lo dudo.

No hay comentarios: