Se celebraba la X Conferencia Astral Universal, precisamente, en la vía láctea. Algunos planetas conversaban sin mucho interés esperando la impuntual llegada de algunos planetas y cometas.
Sin previo aviso, llega un mensaje sonoro en etéreo: "Yo, he...", interrumpido por el estruendoso choque provocado por el satélite natural terrestre, que no era otra cosa que un infructuoso intento de convertirse en un astro. Todos lo comprendieron: se trataba del sol, nuevamente se ausentaría. Ya podían comenzar.
Cultura Sofista
domingo, 15 de junio de 2008
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