martes, 25 de junio de 2013

Lomalo


LOMALO no es cuánto ignoras, sino cuánto ignoras lo que ignoras.
Lomalo no es lo que omites, sino que omites que lo omites.
Lomalo no es que no entiendas, sino que no entiendas qué no entiendes.
Lomalo no es lo que dices, sino lo que no dices respecto a lo que dices.
Lomalo no es lo que haces, sino lo que no haces sobre lo que haces.

Dicen que más vale tarde que nunca. Ya es tarde. ¿Será nunca? Eso sería lomalo.

Continuará...

lunes, 10 de junio de 2013

Sapo rima con mariposa



LAS MARIPOSAS son el camino fácil, el camino sin riesgos del poeta. Son a tal punto el ícono de la belleza, que conducen a la torpeza de ofender. No al molusco, ese atractivo oculto, intrigante, exótico, extravagante; sino al auténtico, al atractivo simple, reconocible y real. Es, al fin y al cabo, el camino mediocre del poeta.

Pero no por ello dejan de ser atractivas. El defecto de esos poetas no es un delito que se les pueda atribuir. Son inocentes y en tanto tales, cautivadoras, inspiradoras y melancolizantes.

Vuelan multicolores y ágiles, distrayendo y maravillándonos. Aún así, no es por ellas que escribo. No es por rosas, ni arcoiris, ni girasoles, ni el viento, ni el mar.

Es por ese temor que ebulle tras tu tímida ternura expectante a cualquier signo, a cualquier gesto, a cualquier mirada que te diga que eres cierto, que te afirme en el abrazo, que te espere en el silencio, y acompañe hasta que vueles. Pues si vuelas, lo eres todo, incluyendo los errores, los defectos y fracasos.

Así te busco. Así te veo. Sin más vueltas ni, mucho menos, rodeos. Exijo una cucharadita más de coraje, unas gotitas de decisión y dos tabletitas de sucralosa.

No oprimas la mariposa, que se acaba el otoño y cuando se acaba el otoño, viene el invierno. Y a diez días de aquello, contra ti me querello, que no hay bicho más bello, que el que no es bello: el feo.

Continuará...