UNA HISTORIA del gran libro cuenta lo siguiente:
Un hombre, culpable de un grave crimen, es condenado a cadena perpetua.
Uno de sus amigos va a verlo y le dice:
-¡Es espantoso! ¿Te das cuenta? ¡En la cárcel toda tu vida!
-No, te equivocas -le contesta el condenado- . Toda mi vida, no. Solo a partir de ahora.
Y es que el concepto de costo hundido jamás fue ni será aplicable a la sobrevida. Porque existe la memoria, los recuerdos y los registros. Los que no son solo hermosos y complejos, así como intrincados y difusos, sino que son, además, sumamente interesantes y restamente efímeros.
De ese interés complejo, anual e incalculable, surge la experiencia: contable y hereditaria.
Cultura Sofista
lunes, 29 de agosto de 2011
Vista periférica
Anagrama invernal
... o infernal.
Me pregunto, ¿Hace falta confabular un plan con un tercero para conseguir conjugar conversar y convivir sin contraer matrimonio?
Me respondo: ¿Imito un amor certero sin arpón, sinfabular, sinseguir, sinjugar, sinversar, sinvivir y sintraer nunca palta echa flan?
¿Vivir sin versar? Nunca. ¿Fabular sin jugar? Hace falta plan. ¿Seguir sin retar? Un matrimonio certero sin proa.
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